Cuando la fotografía olía a vinagre.
Era como entrar en una discoteca. Oscuro, apenas iluminado por una
luz roja o ámbar que se derramaba por los objetos dejando los bordes
imprecisos, difuminados al contacto con las sombras; cuando no la
tiniebla total, tanto, que podías ver los pensamientos flotando en ese
espacio ahora infinito, que solo reaparecía cuando el tacto torpe
determinaba la existencia de límites a medida que manipulabas los
trastos del oficio. También magia y misterio. Magia porque de la nada
surgían personas y cosas. Misterio porque sólo al final del proceso
podías estar seguro de que obtendrías algo. Todo esto envuelto siempre
en un vaho espeso, casi palpable, de aromas acres que se pegaban al
cuerpo, a la ropa y por lo visto también a los recuerdos. Y al final –
como dioses- decir “hágase la luz” y ella, rauda, rehacía el universo
“real” en un santiamén y lo que había sido negrura, pasando luego, por
fantasmales sombras sanguinolentas, ahora, podía apreciarse en todo el
esplendor de la imagen fotográfica contemplándonos desde la bandeja de
líquido fijador. Seres, adustos unos, contentos los otros. Piedras, en
el caótico orden natural o en orden y concierto humanos, aunque el
tiempo poco a poco las lleve de nuevo a su “desconcertado” origen.
Ciudades, también de piedra, fundida ahora y pobladas de luz 24 horas al
día. Paisajes, mares, naturalezas vivas y muertas, sucesos y sobre
todo… los Muertos…….muertos que perviven y persisten pegados al papel
convertidos en negro haluro de plata. Y es que el color, inventado años
ha, no suplantaba al blanco y negro que,insistía (e insiste) en
permanecer apoyado en su virtual manera de enseñarnos la realidad
distinta a como la vemos.
El ácido Acético (vinagre), el hiposulfito de sodio, el revelador y los cuartos oscuros aún existen y probablemente seguirán existiendo mucho tiempo, pero cada vez menos y para fines muy específicos haciendo que la fotografía ya no huela a vinagre.
El ácido Acético (vinagre), el hiposulfito de sodio, el revelador y los cuartos oscuros aún existen y probablemente seguirán existiendo mucho tiempo, pero cada vez menos y para fines muy específicos haciendo que la fotografía ya no huela a vinagre.
SACASAS
En este post el menú será entonces: Fotos a la vinagreta.Años 80s
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