Calles de Barcelona
Caminaremos hoy alguna de las callejas de Barcelona empezando por la Plaza de San Felip Neri donde, en la pared de la iglesia, se puede apreciar las heridas de la metralla de las bombas caídas durante la guerra civil, el mito urbano dice que son balas de los fusilamientos pero la versión más coherente parece ser la primera. Además de los inevitables turistas la plaza siempre está "adornada" por personajes dedicados al "botellón" tempranero y otras cosas que no son del caso mencionar. Es un hermoso rincón medio escondido en el laberinto de estrechas calles del Barrio Gótico.
El Carrer de La Merce, además de llevar el nombre de la patrona de la ciudad es una de las que más me agradan, peatonal y bajo un dosel de arcos y bóvedas de gran altura donde la atmósfera muta bañada en sombras y luces. No demasiado saturada de turistas está flanqueada por grandes edificios eclesiásticos o gubernamentales y salpicada de pequeños restaurantes a todo lo largo de su recorrido de uso exclusivo del viandante y vehículos no motorizaos.
Cerca de Plaça Sant Jaume, la de la Generalitat y Ayuntamiento, se abre o se cierra, porque es cada vez más estrecha, esta calle conocida se con el nombre de Carrer D`Arlet.
El Ayuntamiento al fondo y los infaltables turistas en la plaza que bautiza esta calle con un nombre de divino linaje e influencia en la península Ibérica, como que abrió el estrecho de Gibraltar con ayuda de su sobrenatural fuerza, El Carrer D`Hércules. El nombre, supongo, se debe a una muy antigua leyenda que atribuye la fundación de la ciudad a este semidios greco-romano. La calle es muy poco transitada en contraposición con la del fondo y se ouede deducir por el local esquinero que, a juzgar por las pintadas, lleva mucho tirmpo sin abrir. Seguiremos con este tema de la Ciudad Condal en otras entradas y no siempre seremos tan neutros y condescendientes con la urbe.