lunes, 23 de marzo de 2015

Caminando Catalunya: Calella. Fotos y texto SACASAS



Caminando Catalunya

Calella

 Retomamos la sección 'Caminando Catalunya', esta vez Calella al final de la Costa del Maresma y casi comienzo de la agreste Costa Brava. Hablamos de Calella de la Costa y no de la de Palafrugell situada más al norte en la provincia de Girona.Estos pueblos originalmente puertos de pesca se vieron transformados en destinos turísticos y pisos de veraneo para los de Barcelona, deformando su urbanística hasta perder su imagen tradicional.Queda un pequeño núcleo antiguo alrededor de la Catedral y  el Ayuntamiento.

Una larga playa orlada de hoteles y bares turísticos (poco confiables a la hora de comer) con unas estructuras metálicas interrumpiendo la cinta de arena que de primer momento, no imaginaba su utilidad, después descubrí que alli se montan los chiringuitos de verano, ahora con la ciudad vacía de turistas no hacen falta y estan desnudas. No son muy estéticas y rompen la linea de playa que no es muy ancha. Para estar solo los habitantes del lugar (y algunos pocos turistas) el pueblo tiene movimiento y no hay esa soledad que se respira en lugares más cercanos a Barcelona. A la hora de la comida mi sexto sentido me llevó a un restaurante gallego muy recomendable ( por si pasan por allí) Galicia Terra Meiga,se llama, excelentes calamares y entrecote con pimientos y berenjena asada a la catalana y el infaltable pa amb tomaquet (pan con tomate). Son gallegos pero han asimilado muy bien las delicias de la cocina de esta región.





Las imágenes van de aspectos de la catedral, la arquitectura local y su gente y una singular reproducción de un Capgrosso (literalmente, cabeza grande) cabezones que desfilan en las fiestas al lado de  Els Gegants (gigantes) que pende en la plaza del ayuntamiento y parece un arlequin. Tambien un par de vistas generales desde el mar y  la montaña.


SACASAS





































viernes, 13 de marzo de 2015

Cuando la noche cae. Texto e imágenes: SACASAS






Cuando la noche cae


Cuando la noche cae salen los fantasmas a relucir reptando por las sombras y se cuelan en la mente. La prostituta se despierta y comienza a acicalarse para su larga y fría jornada, semidesnuda en El Raval. El vendedor de cervezas, sin duda pakistaní, recita su interminable “ceveza beer, amigo” al lado de la prostituta, travestis y ladrones. Un deseo de aventurarse en las sombras que inundan la calle o que se han colado en algún bar, agita a la multitud dispersa en parejas o pequeños grupos. El solitario, también sale a medir calles o a ingerir alcohol en algún rincón. Toda la razón del día desaparece en la sinrazón de la noche, se difumina y da existencia a los espantos y otras formas mágicas.







 Los susurros de la luz y los sonidos cobran otra dimensión, el misterio siempre latente en cada sombra, a cada paso del incauto caminante se insinua como mujer ardiente. El erotismo, de castigado se tornó en rey de la noche, de prohibido, buscó el seguro escondite de la oscuridad. Los buenos amantes salen de noche, de día duermen en medio de sueños obscenos y olor a vino avinagrado. Lo que es cierto a la luz del día es dudoso a la luz de la nocturnidad, vestida de dama. Los poetas cantan sus odas deseperadas, inconexas, demenciales a la escas luz de las velas y cometen el sacrilegio de la poesía sin que apenas alguien los vea, pero sí se escuchan sus voces tímidas emergiendo de rincones sordidos, bares sucios, protíbulos baratos o la soledad de un parque a esas horas aciagas. Cuando la noche cae, suben los telones del cabaret de la vida.
SACASAS








jueves, 5 de marzo de 2015

Calles de Barcelona. Fotos y texto: SACASAS




 Calles de Barcelona

Caminaremos hoy alguna de las callejas de Barcelona empezando por la Plaza de San Felip Neri donde, en la pared de la iglesia, se puede apreciar las heridas de la metralla de las bombas caídas durante la guerra civil, el mito urbano dice que son  balas de los fusilamientos pero la versión más coherente parece ser la primera. Además de los inevitables turistas la plaza siempre está "adornada" por personajes dedicados al "botellón" tempranero y otras cosas que no son del caso mencionar. Es un hermoso rincón medio escondido en el laberinto de estrechas calles del Barrio Gótico.


El Carrer de La Merce, además de llevar el nombre de la patrona de la ciudad es una de las que más me agradan, peatonal y bajo un dosel de arcos y bóvedas de gran altura donde la atmósfera muta bañada en sombras y luces.  No demasiado saturada de turistas está flanqueada por grandes edificios eclesiásticos o gubernamentales y salpicada de pequeños restaurantes  a todo lo largo de su recorrido de uso exclusivo del viandante y vehículos no motorizaos.




















 Cerca de Plaça Sant Jaume, la de la Generalitat y Ayuntamiento, se abre o se cierra, porque es cada vez más estrecha, esta calle conocida se con el nombre de Carrer D`Arlet.
El Ayuntamiento al fondo y los infaltables turistas en la plaza que bautiza esta calle con un nombre de divino linaje  e influencia en la península Ibérica, como que abrió el estrecho de Gibraltar con ayuda de su sobrenatural fuerza, El Carrer D`Hércules. El nombre, supongo, se debe a una muy antigua  leyenda que atribuye la fundación de la ciudad a este semidios greco-romano. La calle es muy poco transitada en contraposición con la del fondo y se ouede deducir por el local esquinero que, a juzgar por las pintadas, lleva mucho tirmpo sin abrir. Seguiremos con este tema de la Ciudad Condal en otras entradas y no siempre seremos tan neutros y condescendientes con la urbe.