Reus
Tarragona
Unos catorce
kilómetros tierra adentro desde la ciudad de Tarragona y a través de un extraño
paisaje de tubos retorcidos, usinas de gas, torres de refinado, grandes
camiones cisterna, plantas para la elaboración de derivados, humos de diferentes
tonos y densidades, todo de la industria petroquímica, se llega a la magnífica
ciudad de Reus, casi tan grande como su vecina y capital. Llamada Redis en la
edad media sobrevivió a la peste que se ensañó varias veces con la ciudad a lo
largo de su historia y hasta el siglo XVII sufrió una demografía y economía de
signo cambiante junto a la alicaída Tarragona. Ya en el siguiente siglo, el
XVIII, fue cuando la ciudad creció en población y economía superando con creces
a su vecina hasta bien entrado el s. XIX hasta el punto, de que las
cotizaciones en bolsa del aguardiente se decidían allí, dando origen al popular dicho: “Reus,
París, Londres i el carrere de
Monterols” (“Reus, París, Londres y la calle Monterols”).
AL estar retirada de la primera línea de costa la ciudad se ha salvado de la invasión masiva de turistas que deforman a su vecina Tarragona, así la ciudad, plena de actividad en sus populosas calles mantiene su personalidad y solo su aeropuerto internacional sirve de puerta de entrada y paso a los visitantes que llegan a la península, sobre todo a Catalunya.
El pintor
Mariá Fortuny, el General Prim, el arquitecto modernista Antonio Gaudí (natural
de Riudoms a cuatro kilometros de Reus) son algunos de los personajes
interesantes que adornan esta tierra. Aunque mi estancia fue muy corta (había
pasado primero por Tarragona) la ciudad causo una impresión positiva en mí y ya
volveré con más calma.
Con el
artículo, imágenes de Reus.
Sacasas