Río Besós, Barcelona |
Crónicas barcelonesas: La Periferia
Barcelona, la turística, se considera una ciudad hermosa y esta es una de las pocas cosas en que estoy de acuerdo con los turistas, monumental sin ser tan chillona e imperialista como París, con un recorrido por la historia de la arquitectura inigualable desde el siglo XII, pasando por los modernistas y, a pesar de algunos adefesios, por la modernidad contenporánea. Eso por mencionar los edificios vivos, es decir, en uso, porque restos arqueológicos anteriores salpican los rincones dela ciudad. Si bien no podemos dejar de mencionar el deterioro urbanístico en pro de una ciudad cada vez más gestionada como un parque temático y de interés económico inmediatista, el turismo, determinando situaciones como la desaparición de almacenes tradicionales verdaderos monumentos históricos para facilitar el acceso al centro de las grandes marcas. Sigo considerando a Barcelona como una ciudad hermosa.
Puente sobre el Besós |
Claro, esa Barcelona de las postales porque luego está la verdadera ciudad, donde vive la gente y donde los turistas no asoman el hocico ocupa bastante más espacio que la Barcelona “hermosa” y los grandes arquitectos parecen haberla olvidado, porque es un desastre urbanístico como L`Hospitalet , otro ayuntamiento pero en el área metropolitana, donde todas las soluciones de movilidad que se aplican en la Barcelona central consisten en trasladar los problemas a esta periferia, la más afectada porque está del lado del cuello de botella que significa Monjuic, una protuberancia atravesada casi en medio, las otras periferias resultan afectadas pero en menor medida dado que poseen más espacio sin embargo también tienen nudos de distribución del tráfico interrumpiendo el desarrollo urbano local.
Es en estas periferias es donde se agolpan la mayoría de los habitantes de la metrópoli, hacinados en edificios de elemental arquitectura lejos del centro donde muchos trabajan, sin apenas árboles y zonas verdes, ocupando todo el espacio posible para estas viviendas mínimas, si bien no se ve la miseria del tercer mundo la diferencia de vida con los barrios más acomodados es evidente. No se ve claro por qué se invierte tanto en el turismo potenciando la zona centro si este difícilmente llega al 15% del producto total de la ciudad ¿piensan dejar el futuro de la misma a este único rubro económico? O creen que los otros rubros no tienen futuro y la ciudad dependerá solo de sus recursos turísticos y por ello se esfuerzan en “modernizar” o tal vez solo poner de moda la marca Barcelona, esto tiene varios inconvenientes como que la moda pasa y entonces no habría turistas en el futuro, otro inconveniente es que la tal “modernización” implica la deconstrucción (por no decir destrucción) del modelo de ciudad origen del turismo que la viene visitando desde hace años y se interesaba por el aspecto histórico,arquitectónico, gastronómico, humano y cultural y que seguramente todavía viene mezclado con el turismo “low cost”, de compras o moda.
Plaza de Santa Coloma de Gramanet |
Es un gran
riesgo económico “poner todos los huevos en la misma canasta” y no fomentar
también la ya casi desmantelada industria o la empresa familiar tan cara en la
historia de Catalunya y que aún supera en cifras a las llamadas grandes
superficies o la actividad cultural actualmente tan reducida pero que tuvo
momentos de esplendor o la artesanía, también abandonada ante la invasión de
IKEA y otros enseres industriales que reemplazaron la fabricación tradicional.
El tema da para mucho más pero no quiero un post demasiado largo de modo que, por ahora, dejamos aquí.