La poesía
La Poesía siempre me ha parecido lo más difícil de lograr en términos
literarios. Hay que afinar y probablemente, primero que todo, el oído;
estaremos de acuerdo en que ha de tener música y por ende ritmo, pero
claro…… a dónde va un poeta sin corazón, así que será imprescindible que
éste (el corazón) también esté acertadamente temperado; además, como
muchos poemas gozan (o padecen) de significado, habrá que tener bien
concertada la razón, pero como tampoco esta es condición “sine qua non”
para calificar un poema, habrá que concertar también a la sinrazón y
por supuesto a un dominio mínimo de la lengua en que se escribirá el
pretendido poema. Es, como podemos ver, toda una sinfonía que además
debe ser reducida a su mínima expresión válida. Lo bueno si breve dos
veces bueno, ya se sabe. Por estas razones y sinrazones es que he
cometido muy poca poesía prefiriendo el camino más laxo de la narrativa.
Sin embargo, algún pecadillo se ha “colao” y lo pongo aquí por si
alguien se interesa.


Este amor……………
Que se escapa entre los dedos
Que se arremolina en las venas y entorpece la razón
Que permanece en mí enredado, tu pelo revuelto.
Oler tus licores orgánicos, es la vida misma engarzada
en mi sexo enhiesto.
Y el color de tu piel múltiple, ora mujer, ora hombre, ora dragón, ora sierpe
reside aún en mi tacto.
Es, sin duda, la sensación de nuestro etéreo contacto.
Este amor……………
PD. Lo que decía, es mejor el blando camino de la narrativa
No hay comentarios:
Publicar un comentario